Como amante del ballet que soy, conservo algunos documentos que a lo largo de mi vida han significado algo para mi.
Concretamente este programa es del Ballet Nacional de España, siendo director del mismo Víctor Ullate.
Era Navidad, y en el colegio de monjas Franciscanas de la Purísima al que asistía en preescolar, nos llevaron al Teatro de la Zarzuela para ver ballet.
Lo recuerdo como si fuera hoy, entre nebulosas, aquellas chicas con grandes extensiones, esos pies enfundados en las zapatillas de punta. Ninguna llevaba tutu, todas ellas iban en mallas de cuerpo entero; su figura saltando y girando me impactó tanto, que cogí de la mano a Sor Marcela, la superiora de mi colegio, y le dije: “quiero ser bailarina”, ella me apretó la mano y sonrió.
Me llama la atención, porque en este programa aparece Julia Olmedo. He de decir, que tuve la ocasión de conocerla en el verano de 2013, con motivo de un proyecto que no pudo concluir por causa mía. Me pareció una mujer increíblemente bella, con unos ojos expresivos y llenos de vida, con una fuerza en su carácter y temperamento que hace pensar que pudiera interpretar cualquier personaje y llenar el teatro con tan solo su presencia.
Si ella, Julia Olmedo, supiera que es en parte la responsable de que yo eligiera en mi vida el camino del ballet. Gracias por aquel día, cuando siendo niña me hiciste amar el ballet.
Concretamente este programa es del Ballet Nacional de España, siendo director del mismo Víctor Ullate.
Era Navidad, y en el colegio de monjas Franciscanas de la Purísima al que asistía en preescolar, nos llevaron al Teatro de la Zarzuela para ver ballet.
Lo recuerdo como si fuera hoy, entre nebulosas, aquellas chicas con grandes extensiones, esos pies enfundados en las zapatillas de punta. Ninguna llevaba tutu, todas ellas iban en mallas de cuerpo entero; su figura saltando y girando me impactó tanto, que cogí de la mano a Sor Marcela, la superiora de mi colegio, y le dije: “quiero ser bailarina”, ella me apretó la mano y sonrió.
Me llama la atención, porque en este programa aparece Julia Olmedo. He de decir, que tuve la ocasión de conocerla en el verano de 2013, con motivo de un proyecto que no pudo concluir por causa mía. Me pareció una mujer increíblemente bella, con unos ojos expresivos y llenos de vida, con una fuerza en su carácter y temperamento que hace pensar que pudiera interpretar cualquier personaje y llenar el teatro con tan solo su presencia.
Si ella, Julia Olmedo, supiera que es en parte la responsable de que yo eligiera en mi vida el camino del ballet. Gracias por aquel día, cuando siendo niña me hiciste amar el ballet.